Michael Shannon regresa al intenso teatro de Chicago
Michael Shannon es el actor del momento. En los últimos años, este renombrado actor de carácter se ha convertido en un pilar de Hollywood, participando en una variedad de proyectos, desde la serie de Showtime “George & Tammy” junto a Jessica Chastain, hasta “Nocturnal Animals”, película que le valió su segunda nominación al Oscar.
Pero esta noche, Shannon ha vuelto a casa, y no es una exageración decirlo. Aunque reside en Nueva York y viaja allí los fines de semana para estar con sus hijas, Shannon ha regresado una vez más a A Red Orchid, la pequeña compañía de teatro en el Viejo Barrio de Chicago, que ayudó a fundar hace más de tres décadas.
“En Red Orchid me convertí en actor”, afirma Shannon. “A estas alturas, realmente solo regreso a Chicago por Red Orchid”.
Durante las próximas semanas, Shannon protagonizará “Turret”, una nueva obra escrita específicamente con él en mente. Interpreta a un rudo soldado en un búnker, tras una guerra que casi extermina a la humanidad. Es el tipo de obra por la que A Red Orchid es conocida, escrita y dirigida por Levi Holloway, miembro del ensamble cuya obra, “Grey House”, se presentó en Broadway el verano pasado. (“Turret” inicia este jueves en funciones previas y se extenderá hasta el 9 de junio).
Nueve días antes del inicio de las funciones previas, Shannon entra al ecléctico y decorado Teatro Chopin, siendo recibido con un coro de “¡Hola, Mike!”. Shannon, que tiene 49 años, es alto, pero no imponente. Camina con un andar irregular y, como dice Holloway, lleva un aire de cansancio mundial en su rostro.
En “Turret”, el personaje de Shannon, Green, está entrenando a su aprendiz, Rabbit (interpretado por Travis A. Knight), con la esperanza de algún día poder recuperar a su especie del borde del abismo, aunque las perspectivas parecen sombrías. El escenario de dos pisos parece un silo partido por la mitad. Aquí es donde Green y Rabbit viven, entrenan sus mentes y cuerpos, y juegan partidas de cribbage.
Con un aire autoritario y reflexivo, Shannon aborda el proceso de desarrollo del personaje como un policía en su patrulla, dice Holloway —incesante en su búsqueda de la honestidad. “Puede que entrecierre un poco los ojos y trabaje en un momento, y entonces, debido a su persecución de la verdad, ese momento puede despojarse hasta sus cualidades esenciales”, comenta Holloway.