The Moscin Project Review – Drama de trampa de la Guerra Fría The Stage With Communist Cosplay
TWelve Yars Después de que un drama de radio de Orson Welles pensara a algunos estadounidenses en Nueva Jersey, los ciudadanos de Wisconsin creían que había una infusión rusa el 1 de mayo de 1950. Inspirado por esa primera ficción de fronteras de raza, este segundo engaño no fue transmitido por una estrella de Hollywood, sino organizada por la rama estatal de la organización de veteranos, la Legión Ammerican. Esto probablemente se debió a que la gente no lleva a los comunistas a Truman desde la Unión Soviética de Stalin a la América de Truman.
A mediados del siglo XX, en el medio oeste, el alcalde de la ciudad y el jefe de policía fueron arrastrados de su cama por “rojos”, la biblioteca se purificó reemplazando los textos destructivos y los menús de la cena con sopa de papa y pan negro para carne y dulces ordinarios. Aunque era una práctica de fingir, un líder local de la vida real finalmente murió.
El duplicado Techover es una historia real, pero los registros están dibujados. Y así, un actor creado por la organización fábrica del proyecto Mossini imagina la imaginación de la investigación (entrevistado con testigos vivos), a través de ensayos y múltiples versiones de algunas escenas.
Curiosamente, dos de los fabricantes del simulacro eran ex comunistas, el autor y director Nikhil Bass fue divertido con la idea de que se podía mentir una vida disfrazada. ¿Algunos republicanos de Wisconsin probablemente están entrando en el cosplay kami con gran entusiasmo? ¿Puede uno de los antiguos rojos fingir solo aceptar la democracia estadounidense?
Tres actores, Camilla Anver, Jonathan Oldfield y Martha Watson Allpress, juegan múltiples papeles con la nacionalidad y la impresionante fluidez del pene. En un momento en que la realidad de la “Plaza Roja” se ha convertido nuevamente en debate en Europa, el Proyecto Mossini tiene resonancia temporal, así como la atracción histórica. Sin embargo, a veces hay decepción sin saber qué sucedió. En el nivel de la realidad, esta práctica entretenida de 70 minutos nos lleva a otras fuentes de nuestra historia y el contrapacto puede explorar efectivamente un discurso imaginario más completo.